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Los Cazadores de la Oscuridad

La verdad no siempre será de nuestro agrado.

(闇のハンター, Yami no hantā)

Información
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Saga Saga:El Cristal de la Oscuridad
Personajes
Miyu Inoue

Soichiro Satoru

Jutsus
-
Objetos
-

Éste es el tercer episodio de la Saga: El Cristal de la Oscuridad, de la historia de Soichiro Satoru y Miyu Inoue.

Peligro Inminente, Soichiro contra Madara[]

El viento levantaba el polvo del suelo, siendo éste el único que evitaba un silencio absoluto. Madara Uchiha estaba inmóvil a varios metros de altura sobre la formación rocosa, y miraba a Soichiro, sin ninguna expresión identificable.

Soichiro (pensando): Madara Uchiha, el Uchiha más poderoso que ha existido jamás, superado sólo por el primer Hokage. ¿Qué está haciendo aquí? ¿Dónde estoy? ¿Esto es real?

Cerró los ojos por un momento, concentrándose, luego los abrió.

Soichiro (pensando): No puedo sentir ningún chakra más que el de él, y esto no parece ser un Genjutsu, ¿Qué me hizo ese tipo?

Madara: ¿Tú eres a quién debo derrotar?

Soichiro: ¿Derrotarme? ¿Por qué?

Madara: Para conseguir la liberación

Soichiro: ¿De qué estás hablando?

Madara: Empezemos

Madara se puso en guardia, Soichiro hizo lo mismo, y el Uchiha repentinamente dejó de estar dónde estaba. A los pocos segundos, notó que estaba a su lado. Soichiro, sorprendido, tomó un poco de distancia y le dio un puñetazo, el cual Madara detuvo con su mano. Con la otra, golpeó a Soichiro en el estómago, el cual sintió un intenso dolor antes de salir despedido.

Madara: ¿Eso es todo?

Soichiro se recompuso, y aterrizó con agilidad. Procedió a lanzarle unas cuantas shuriken.

Madara: ¿En serio?

Soichiro: ¿Qué tal este nuevo truco? ¡Justu Clon de Sombra Shuriken!

Las shuriken se multiplicaron en un número mucho mayor, todas dirigidas a Madara. Éste sacó su abanico y las repelió todas, pero al terminar, Soichiro se encontraba detrás de él. Sus ojos castaños se encontraron con los ojos negros de su oponente.

Soichiro: ¡Estilo de Rayo: Fuerza Negativa!

Los rayos salieron de las manos de Soichiro, pero Madara se infundió en su propio chakra, junto con el abanico, el cual usó para parar el ataque. Su chakra visible desapareció y le propinó una patada en la cara al monje, el cual salió de nuevo despedido. A pesar de ser físicamente más pequeño que él, Madara tenía una terrible fuerza y velocidad. Aquello no iba a ser fácil.

Soichiro se volvió a recomponer y dio un gran salto en el aire.

Soichiro: ¡Estilo de Fuego: Jutsu Gran Aniquilación de Fuego!

Madara: Estilo de Fuego: Jutsu Gran Aniquilación de Fuego

Soichiro se sorprendió de que su contrincante le contraatacase con la misma técnica, y entonces ambos enormes muros de fuego chocaron. Al principio estaban igualados, pero el de Madara no tardó en sobreponerse. Soichiro usó su técnica de viento Gran Penetración para darle fuerza a sus llamas, siendo capaces de ralentizar el avance de las de Madara, pero no pararlas.

Soichiro bajó nuevamente el piso, dejando que las llamas se juntaran y desapareciesen.

Madara: ¿Quieres continuar?

Soichiro: ¿Qué? ¿Quieres que acabe el calentamiento?

Madara rió, y Soichiro se puso serio. Contra él no podía darse el lujo de jugar, ya que los rumores eran ciertos, Madara es un monstruo. Soichiro comenzó a liberar grandes cantidades de chakra, el cual tomó un color anaranjado, luego de un tigre del mismo color, y luego desapareció. Ahora con el espíritu del tigre en uso, las cosas cambiarían. Curiosamente, con los espíritus, Soichiro vuelve a tener barba.

Con la increíble velocidad que aquel poder espiritual le otorgaba, apareció al lado de Madara y le dio un puñetazo, enviándolo a una de las altas rocas, destruyéndola. Entre el polvo, Madara se incorporó, casi inmutado. Soichiro ahora le apareció detrás, pero cuando lo hizo Madara ya no estaba, sino que estaba detrás de él. Soichiro pudo sentirlo e hizo una voltereta hacia atrás, evadiendo su patada, para sorpresa del atacante. Cayó detrás de él, y le dio una patada en la nuca, alejando al Uchiha, el cual comenzó a dar volteretas hacia atrás para posicionarse correctamente. Soichiro era más fuerte y, sobre todo, mucho más veloz que antes, debería estar acorralando a Madara, pero era mucho más resistente de lo que parecía, y en base a los hechos ocurridos, incluso usando el espíritu del tigre, puede leer sus movimientos.

Madara sonríe, y se acerca a su contrincante a gran velocidad, comenzando una batalla de Taijutsu a una altísima velocidad. Ningún golpe daba en el blanco, todos eran evadidos o bloqueados. Madara le dio una pataba que Soichiro evadió, pero aquello estaba planeado. Madara dio giros en el aire para posicionarse más a la izquierda, asestando un puñetazo. Aprovechó esa abertura para darle bastantes golpes y patadas a Soichiro, y remató enviándolo lejos con una patada más potente.

Madara: ¡Estilo de Fuego: Destrucción Magnífica de Fuego!

Una intensa llamarada se dirigió en dirección a Soichiro, el cual aun estaba siendo impulsado por la patada, no tendría tiempo de esquivar...

El jutsu le dio de lleno, quemando muchos metros a la redonda. Cuando el fuego se disipó, no había rastro de Soichiro. Éste apareció encima de Madara, para su sorpresa, ahora con el espíritu de la tortuga, (con el cual usó el escudo de energía para poder evitar el jutsu), y le propinó un golpe a Madara en la cabeza, pero este en seguida le devolvió una patada, y volvieron a intercambiar golpes a mucha velocidad. Si con el tigre, que le daba velocidad, no podía estar por encima de la de Madara, tal vez podría hacer algo si aguantaba sus golpes con la resistencia de la tortuga. Sin embargo, ahora que no usaba el tigre, perdió velocidad, con lo cual a pesar de que los golpes de Madara ya no eran la gran cosa, sí que lo atacaba constantemente, y Soichiro no podía leerlo.

Logró bloquear una patada, y aprovechó el tiempo para tomar grandes distancias y planear su estrategia. La cosa pintaba muy mal, y dialogar sería imposible. Entonces Soichiro volvió a su forma normal.

Madara: ¿Te rindes?

Soichiro comenzó a concentrarse, hasta un punto que Madara creyó que estaba dormido. Fue entonces cuando abrió los ojos con fiereza, siendo estos completamente azules. Un nuevo chakra comenzó a desprenderse, uno color azul intenso, que comenzó a arremolinarse tomando la forma de un oso. Cuando desapareció, Soichiro había cambiado. Ambos antebrazos, cubiertos de un pelo lacio azul brillante, y sus dedos ahora eran garras. Aquel brillo que emanaban sus brazos también emitían unas pequeñas partículas de chakra azul. Ojos completamente azules, y su barba tenía más puntas, como si estuviese electrificada. Ahora tenía más pelo, erizado hacia arriba. Además le habían crecido patillas que conectaban el cabello con la barba, también erizadas hacia arriba.

Madara: ¿Qué es eso?

Soichiro le apareció detrás y le dio un puñetazo, el cual Madara bloqueó con el brazo, pero algo había cambiado. Su brazo le dolía, aquel golpe fue muy potente. Soichiro le dio una patada la cual detuvo el Uchiha con su mano, pero también le quedó doliendo, hasta que Soichiro le dio un cabezazo y lo mandó a volar. Madara sentía un fuerte dolor en el cráneo, el cual se intensificó cuando Soichiro le hizo un gancho golpeándole en el mentón en medio vuelo, yendo a parar a una montaña cercana, destruyendo gran parte.

Soichiro (pensando): Si ni la velocidad ni la resistencia funcionaron, probemos con la fuerza... Creo que así podré tener una oportunidad

Madara se incorporó entre los enromes pedazos de roca, ya no inmutado como antes, sino que frotándose el mentón, y con expresión furiosa. Entonces acometió rápidamente contra su oponente, iniciando otro combate de Taijutsu. Parecían tener la misma resistencia, pero Madara era más rápido. Aquello, sin embargo, se compensó con que Soichiro era más fuerte, y por primera vez fue el Uchiha quién se apartó del combate, estando en desventaja.

Madara: Muy bien, no puedo negar que es divertido luchar contigo. Pero ya me harté. Terminemos con esto.

Madara lucía molesto, y cerró los ojos un momento para volverlos a abrir. Esta vez ya no eran de un azabache oscuro, ahora eran de color rojo sangre, con pupila negra y tres aspas a su al rededor.

Soichiro (pensando): Maldición, el Sharingan... Estaba tan emocionado con que estaba ganando que se me había olvidado...

Madara juntó sus manos y miró con fuerza a su oponente, el cual se dio cuenta de que le había lanzado un Genjutsu. Soichiro era inmune a prácticamente cualquier Genjutsu, excepto a los más poderosos o creados por especialistas en Genjutsu, pero aquel tipo era Madara Uchiha. Normalmente, el Genjutsu es repelido de forma natural, pero ahora Soichiro tenía que usar todas sus fuerzas para repeler a Madara, cosa que nunca antes había sucedido. Finalmente, logró rechazar la intrusión de Madara en su mente.

Madara: ¿Cómo es que el Genjutsu no funciona en ti?

Soichiro comenzó a liberar chakra, tendría que ir en serio. Madara, sin embargo, le apareció en frente y le di un golpe en el estómago, impulsando a Soichiro. Éste, sosteniéndose el abdomen, estaba confundido. Ahora que tenía el Sharingan activado, Madara parecía haberse vuelto más veloz y fuerte que antes. Extrañado, Soichiro arremetió contra él, pero ningún golpe daba en el blanco, Madara ágilmente los evadía todos, como si de un juego de niños se tratase.

La pelea continuó. Soichiro lo intentó todo, pero Madara podía leer todos sus movimientos. La resistencia de la tortuga se había vuelto casi inútil contra él, la fuerza no le servía de nada al no poder llegar a golpearle, e incluso intentó con el tigre, para comprobar si aumentando tanto su velocidad, podía superar al Sharingan, cosa que como el se esperaba no funcionó.

Pasaron los minutos, y Soichiro estaba agotado y herido, mientras que Madara podría continuar peleando tranquilamente por mucho más tiempo. Se le aproximó con tigre, Madara lo evadió y le dio una patada, Soichiro se protegió con tortuga, y nuevamente usando el tigre, logró rápidamente impulsar a Madara hacia arriba. Entonces, con la velocidad del tigre aun en uso, apareció justo centímetros encima de él, para golpearlo en la cara con la fuerza del espíritu del oso. Soichiro, agotado, volvió al suelo.

Madara se incorporó y salió del cráter que había generado en el suelo. Aquel último esfuerzo no había sido suficiente para derrotarlo. Madara, con una gran velocidad, le golpeó en el estómago con todas sus fuerzas, inmovilizando a Soichiro y forzándolo a volver a su forma normal, saltó hacia su espalda y le dio una patada y, antes de que cayera al suelo, Madara procedió a golpearlo sin cesar una y otra vez, hasta casi dejarlo inconsciente, culminó con un golpe en la cabeza, derribándolo al suelo.

Soichiro apenas podía moverse, y casi no tenía chakra, había sido derrotado. Madara le pisó la espalda.

Madara: Mírame

Soichiro, con ojos encolerizados, se esforzó por levantar la mirada directamente hacia los ojos de aquel detestable hombre, esos ojos rojos con tres aspas al rededor de la pupila.

Madara: Ni siquiera utilicé el Mangekyō para derrotarte, imagina lo poco que habrías durado de haber sido el caso. Eres débil, y ahora vas a morir

Madara extrajo un kunai de su cinturón, lo apretó con fuerza y se dispuso a clavárselo a Soichiro en la cara. Vio cómo lo tomaba, y dirigía la filosa punta hacia su cara, entonces un intenso dolor y todo se apagó.

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